lunes, 15 de noviembre de 2010

La Asamblea de ciudadanos de Iquique


Del 5 al 7 de noviembre 2010, la Asamblea de Ciudadanos/as del Cono Sur, vincula en Red a centenares de personas y organizaciones sociales, académicas y autoridades locales y parlamentarias de Estado de los pueblos y comunidades de Chile, Perú, Bolivia y Argentina. Inició sus actividades hace tres años con el objetivo de generar espacios de acción y reflexión para formar ciudadanía responsable, plural y solidaria, y elaborar y proponer respuestas a las múltiples crisis del orden social en lo local, nacional, regional y mundial. Se coordina con procesos de Asamblea hermanos en Asia, África, Europa y Oceanía.

Y combina un apoyo en recursos mínimos por parte de la Fundación Charles Leópold Mayer (con sede en París) con la autogestión de las organizaciones y personas integrantes. En esta Primera Asamblea, esperamos ensayar nuevas formas de deliberación y acuerdos colectivos que superen el formato “Foro social”, donde mucha gente converge, pero donde no hay intercambios totales y plenos del conjunto.

Se ha escogido Iquique, a pesar de significar grandes dificultades logísticas adicionales, por su simbolismo de ciudad fronteriza de países, pueblos y comunidades y paisajes geográficos diversos en el Cono Sur; y por su carga histórica y actual relevante en lo ancestral, social, ambiental y de integración regional.

Iquique es una ciudad portuaria de 300.000 habitantes, ubicada en una zona fronteriza y de mestizaje. Forma parte de una zona de frontera natural, ante todo porque está situada literalmente entre el desierto y el mar. Se encuentra además en la intersección de fronteras políticas, ya que está muy cerca de las fronteras de Chile, Argentina y Bolivia. La ciudad se presenta en este sentido como un oasis en el desierto. Es también una de las ciudades más cosmopolitas de Chile. Alberga a comunidades indias, chinas, bolivianas y peruanas y poblaciones mestizas junto con las comunidades indígenas establecidas hace más de 5.000 años.

Vio nacer a movimientos sociales, movimientos obreros, organizaciones sindicales y a los primeros diarios e ideas progresistas ligadas a su actividad minera. Los obreros que emigraban allí desde los cuatro países fronterizos reivindicaban derechos ciudadanos y económicos. Estas reivindicaciones condujeron a una huelga histórica de los obreros de la industria del salitre y a la masacre de la Escuela Santa María, donde 3.500 trabajadores fueron asesinados por órdenes del gobierno de la época.

La asamblea de Iquique desea retomar estos hechos históricos y simbólicos para arraigar los debates y proyectarse al futuro con los participantes. Hace aproximadamente un año, a partir de una serie de encuentros in situ, se solicitó el apoyo del tejido social de la ciudad de Iquique.

Varias organizaciones confirmaron su colaboración: la Central Unitaria de Trabajadores, el Sindicato de Comercio, de Salud y de Empleados Públicos, grupos de familiares de las víctimas de la dictadura de Pinochet, los sobrevivientes del campo de concentración de Pisagua, la Asociación de Consumidores, una asociación de jóvenes y una federación universitaria.

El acceso al mar para Bolivia se considera un tema de amistad entre los pueblos (la delegación boliviana de 45 personas se alojará a 30 metros de la costa). Un acto de cierre de los tres días de encuentro se llevará a cabo en la Escuela Santa María con un homenaje a Carlos Liberona (pintura mural) quien impulsó el proceso de asamblea. Las delegaciones se trasladarán a las antiguas oficinas de la industria del salitre, con el fin de favorecer un conocimiento del lugar e ilustrar el desafío de los modelos productivos en la construcción de la paz y los lazos con la biósfera. El tema de los derechos humanos se abordará en un antiguo campo de concentración del régimen de Pinochet, ubicado en la localidad costera de Pisagua. Tendrá lugar precisamente en el teatro municipal con la presencia de sobrevivientes de este campo.

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