Radio El Encuentro
Una poesía pendiente
Ese sonido trascendente
que atraviesa el espacio de las ventanas
que habla por los ojos cerrados
que se trasluce en una mirada diferente
que se agota en la esquina mas oscura.
Son todas las voces
de todos de los que no hablan
de los que callan
de los que susurran
de los que no quieren hablar
de tu boca
y del beso esquivo que no fue beso.
Es el sonido de tu mañana
es la humedad del rincón de tu casa
es el lavado a la puesta de sol
es la poca comida,
es la mano que toma la tuya,
cuando lloras callada.
Y cuando cantas
se abren los espacios trascendentales,
la vida tiene un sonido a viento,
a una alegría indeterminada
y la radio como un receptáculo
como una fuente, te acoge,
te habla de los otros
se esparce entre los pasajes
y se abre en los callejones como una compuerta.
Y en una conjunción con los demás
la radio,
deambula en una sonoridad diferente,
en ciertos silencios,
en una cadencia de frecuencia limitada.
Ahora las palabras
se han convertido en actores principales
y no se maquillan para salir a escena…
Manuel Manríquez R.
Estudiante de Psicología
Una poesía pendiente
Ese sonido trascendente
que atraviesa el espacio de las ventanas
que habla por los ojos cerrados
que se trasluce en una mirada diferente
que se agota en la esquina mas oscura.
Son todas las voces
de todos de los que no hablan
de los que callan
de los que susurran
de los que no quieren hablar
de tu boca
y del beso esquivo que no fue beso.
Es el sonido de tu mañana
es la humedad del rincón de tu casa
es el lavado a la puesta de sol
es la poca comida,
es la mano que toma la tuya,
cuando lloras callada.
Y cuando cantas
se abren los espacios trascendentales,
la vida tiene un sonido a viento,
a una alegría indeterminada
y la radio como un receptáculo
como una fuente, te acoge,
te habla de los otros
se esparce entre los pasajes
y se abre en los callejones como una compuerta.
Y en una conjunción con los demás
la radio,
deambula en una sonoridad diferente,
en ciertos silencios,
en una cadencia de frecuencia limitada.
Ahora las palabras
se han convertido en actores principales
y no se maquillan para salir a escena…
Manuel Manríquez R.
Estudiante de Psicología