viernes, 19 de marzo de 2010

Los niños deben ser escuchados, comprendidos y contenidos cuando ha ocurrido un Terremoto

El especialista Boris Cyrulnik asegura que es normal que todos los niños tengan un comportamiento especial luego del terremoto. Puede que estén más callados, irritables o muy sensibles, ya que son “esponjas afectivas”. ¿Cómo actuar?, ¿Cómo evitar que un niño tenga un cuadro post traumático?, estas y otras preguntas las respondió el especialista.

El término resilencia, fue creado por el doctor, neurólogo, psiquiatra y connotado psicoanalista francés Boris Cyrulnik. Con este concepto hace referencia a la capacidad que las personas tienen de recuperarse tras padecer de una adversidad.

Tras el terremoto que afectó nuestro país, los niños necesitan una forma adecuada de comprensión para así evitar posibles casos post traumáticos, muchas veces irreversibles.

Junto con el especialista Jorge Barudy, Cyrulnik explicó que los niños son “esponjas afectivas”, por lo que reciben mucho las emociones de los padres, “si los padres están tranquilos y se notan seguros, los hijos estarán bien”, dijo el especialista, recalcando que es a los padres a quienes hay que ayudar en un principio y no a los niños, ya que la relación es directa.

No mentir ni crear fantasías

El especialista hace un llamado urgente a los padres a evitar las siguientes explicaciones del terremoto dirigida a los niños: “tata Dios se enojó con nosotros”, “esto pasó porque somos pecadores”, “si te sigues portando mal va a volver a temblar”.

Los expertos piden no crear cuentos con la tragedia recién ocurrida, “los niños necesitan coherencia y relatos que expliquen las razones generales por los que la tierra se movió. Y por ende comprender la realidad”, señalaron. En esto, especialmente los niños desde dos a siete años son quienes más necesitan comprender, y crearles cultura de qué es un terremoto, una réplica y un temblor y porqué suceden. “Los niños de ahora, serán los expertos en terremotos del futuro. Esto les servirá para toda la vida y valorarán haber vivido este minuto”, explican.

La Culpa

De las mismas fantasías como que Dios se enojó, o cosas por el estilo, crean culpas en los niños. Si un pequeño se pelea con su hermano pocas horas antes del terremoto, esté podría decir “donde me enojé con mi hermano tembló así de fuerte, porque Dios se enojó conmigo”. Puede que suene absurdo, pero los niños crean ese tipo de historias cuando se les oculta la verdad.

Permisos y comprensión

Que un niño esté irritable, callado, sensible o muy regalón, es completamente normal y los expertos son enfáticos en repetirlo una y otra vez. “Un niño necesita ser comprendido por sus padres, que sus reacciones sean tomadas en cuenta y escuchadas”, indican. Esto lo ejemplifican en que si el menor quiere dormir con en la cama de los papás, esto se les conceda. Si hay un día en que realmente no quiere ir al colegio, que también sea concedido.

¿Por cuánto tiempo?, Cyrulnik explica que cada padre o madre se dará cuenta cuando es el minuto en que todo vuelve a la normalidad en el mundo de su hijo. Porque cuando un niño es escuchado y contenido por sus padres, tiene mayor facilidad de superar lo sucedido y no tendrá traumas posteriores.

En cambio, si el niño llora en su pieza y nadie lo toma en cuenta, o le dicen “no seas llorón si ya pasó lo peor”, o llega a la cama de sus padres y es amonestado, el pequeño tiene casi la totalidad de posibilidades de adquirir un trauma, el cual puede ser para toda la vida.

Por otro lado, los expertos aseguran que la mejor terapia para un niño, es jugar, pintar y hacer actividades de este tipo, que de alguna forma lo hagan liberar las energías contenidas. Como también apelar a los juguetes de apego como “ya vamos a dormir con su tuto”, “el osito pancho te acompañará todo el tiempo”, etc. Esta forma ayuda mucho a los niños a sentirse protegidos, escuchados y más rápido que los adultos pueden sanarse de la tragedia.

(Fuente: http://www.terra.cl/ / Por: Javiera Fajardo)

No hay comentarios: