martes, 29 de julio de 2008

Elena Varela o la historia de la deshonra




La cineasta Elena Varela desamparada por la Corte Suprema



El jueves 3 de julio la Corte Suprema rechazó por unanimidad el recurso de amparo presentado por la defensa de la cineasta Elena Varela, en una actuación que recordó su record de tiempos de dictadura. Por ahora sólo queda esperar una intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, a la cual se dirigieron el 2 de julio destacadas personalidades del país, soliciatando medidas cautelares. Sin embargo, estas medidas se refieren sólo al resguardo de la libertad de expresión y creación, exigiendo la devolución de los materiales fílmicos incautados a la documentalista de "Newen Mapuche" y "Sueños del Comandante" al momento de su detención.

Uno de los integrantes de la Segunda Sala Penal de la Suprema es el ministro Rubén Ballesteros, quien integró los Consejos de Guerra realizados en Osorno contra presos políticos después del 11 de septiembre de 1973. Cuando el ex Presidente Lagos nominó a Ballesteros para la Suprema, la bancada parlamentaria del Partido Socialista hizo notar que él era conocido por utilizar resquicios legales a favor de ex militares torturadores y asesinos, y por votar en contra de los desafueros da Pinochet, desde el caso Caravana de la Muerte hasta el caso Riggs. Además ha favorecido la aplicación de la amnistía negando la doctrina del secuestro permanente aplicada por sus pares. "Su nominación es otra ofrenda a la derecha, pagadera a futuro con mayores injusticias, a costa de las víctimas y sus familiares," agregaron los socialistas, sin que a Lagos se le moviera un dedo.
Esa historia explica el voto de Ballesteros, claro está. Pero ¿y el de los demás?
No se ha informado aun de la composición de la sala, pero debieron estar allí Hugo Dolmetsch, con una trayectoria respetable, Nibaldo Segura (que vota igual que Ballesteros), Jaime Rodríguez y algun abogado integrante que reemplace a Alberto Chaigneau, jubilado. ¿Qué presiones recibieron los jueces? ¿Qué está pasando en Chile con la justicia?

En el Tribunal se hizo presente el diputado y cineasta Marco Enríquez quien se mostró sorprendido e indignado por la resolución de la Corte Suprema. Enríquez irá a visitar a su colega encarcelada el próximo lunes 7 de julio, a la cárcel de alta seguridad de Rancagua, donde merced a la decisión del máximo tribunal del país, Elena Varela deberá seguir en prisión por 6 meses mientras dura la investigación de la causa.
Reacciones de activistas de ddhh
Integrantes de la Plataforma Por los Derechos Humanos mostraron de inmediato su indignación. A continuación parte de su declaración: "Quedó claro que a la Corte no les interesó la prisión arbitraria de la documentalista. Hasta el presente no se conocen los hechos, que se le imputan a Elena, ni las fechas o los lugares en que éstos ocurrieron. Tampoco las leyes que infringió.La Corte Suprema avaló acusaciones del Ministerio Público fundadas en testigos anónimos con declaraciones sujetas a reserva. La sentencia es pobre. No se refiere a ninguna de las impugnaciones efectuadas tanto en las apelaciones como en los alegatos. Omitió atender los apremios denunciados. La Sociedad debiera sentirse seriamente amenazada si una juez y un fiscal, sin mostrar pruebas, se conciertan para acusar, a cualquiera, de los peores crímenes. El verdadero peligro serían ellos y no sus imputados.
En un país digno, tales funcionarios serían destituidos y penalmente sancionados. En Chile, en cambio, se les protege. Así como en el pasado, el máximo tribunal, legitimaba los abusos de la justicia militar hoy respalda las ignominias, de un fiscal y una juez, que decretaron, ilícitamente, la privación de la libertad de una artista visual.
No se puede esperar más de una Corte Suprema, integrada, entre otros, por Rubén Ballesteros Cárcamo, uno de los sentenciadores. Dolorosos recuerdos están muy presentes, en 16 jóvenes socialistas, de la época, respecto del hombre que presidió el tribunal castrense de Osorno y que fundado en declaraciones extraídas bajo tortura, les imputó graves delitos e impuso condenas excesivas por hechos que no estaban acreditados. Así da cuenta la causa, rol 54-75, tramitada en Osorno hasta el once de mayo de mil novecientos setenta y seis. No es de extrañar, entonces, el proceder de la Corte Suprema."
El recurso ante la CIDH
Considerando que la detención de la documentalista Elena Varela, así como la incautación de su material fílmico, pueden provocar un "daño grave e irreparable" a su persona, el Centro de Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales presentó una solicitud de medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. El académico Nicolás Espejo, Director de la entidad universitaria, Francisco Gedda, en representación de la Asociación de Documentalistas de Chile, Bruno Bettati, presidente de la Asociación de Productores de Cine y Televisión, y Paulina Acevedo,informó del recurso. Entre los firmantes está Faride Zerán, Directora del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile y Premio Nacional de Periodismo 2007, junto a Orlando Lübbert, Director de la Escuela de Cine y Televisión de la Universidad de Chile, y destacados documentalistas como Ignacio Aguero y Pedro Chaskel.

Respaldaron también esta gestión Angela Ramírez, de la Asociación de Artistas Contemporáneos y el cineasta y director de la película "Machuca", Andrés Wood, quien se refirió a la situación que afecta a la documentalista: "Acá se está operando con un exceso propio de otra época, de otro país, de otro gobierno, de otras personas, entonces no lo entiendo realmente. Finalmente el derecho mínimo a cautelar los trabajos de periodistas, documentalistas, cineastas, de cualquier persona a mi parecer, el derecho a tener un pensamiento distinto, está en jugo. Solidarizo absolutamente con Elena por todo lo que está pasando, independientemente de si hay una responsabilidad penal o no".

Actualmente, y luego de ser objeto de torturas, trato vejatorio y amenazas, Elena Varela se encuentra en prisión preventiva en el Centro Penitenciario de Rancagua. Su detención ocurrió en Licanray, Región de la Araucanía el pasado 7 de mayo. La jueza Andrea Urbina la formalizó por delitos que no fueron detallados. Las acusaciones iban en una carpeta reservada a la que la defensa no tuvo acceso.

A la fecha de su detención, la artista realizaba el documental "Newen Mapuche", que registraba el conflicto mapuche por la recuperación de tierras usurpadas por empresas forestales trasnacionales en la región. El proyecto se había adjudicado $52.929.710 en el Fondart 2007, pero tanto el material de esa película como el de otro documental en el que se encontraba trabajando, "Los Sueños del Comandante" (situada en Neltume) cuya etapa de investigación y guión era respaldada y financiada con un Fondo de la CORFO, fueron requisados en su totalidad.

La gravedad de la situación, alega el Centro de DDHH UDP ante la CIDH, radica en tres aspectos: el operativo mismo de la detención, en el cual participaron 450 efectivos policiales, quienes "trataron con evidente desdén a Elena, afectando su dignidad y con el único objetivo de reunir material que para ellos podría resultar indiciario de una supuesta asociación ilícita, lo que en definitiva demuestra que el real objetivo fue amedrentarla a ella y a su equipo, y dar la señal para todo quien decida realizar un documental sobre el pueblo mapuche, que será sospechoso de participar en actividades ilícitas".

Además, agregan: "Dicho material está en posesión de la Policía de Investigaciones y la Ministra de Cultura habría encargado su copia. Ello sin embargo, es una medida parcial que no asegura la integridad de la información incautada y menos la protección de las fuentes. Asimismo se desconoce el tiempo en que dicha información estará en manos de las autoridades, negando a su autora cualquier conocimiento y acercamiento a la misma".
Finalmente sostienen: "la gravedad existe toda vez que la sociedad toda ha quedado impedida de conocer los detalles del documental Newen Mapuche. Más aún, se le está negando informarse sobre lo que ocurre en relación con el conflicto mapuche, al censurar tanto este documental en elaboración, como Los Sueños del Comandante, obra no exhibida hasta la fecha". En este mismo sentido, se recalca, "la incautación del material fílmico y detención de Elena Varela produce un efecto inhibidor en los demás artistas, los que por temor a ser objeto de las mismas represalias se abstendrán de dar cuenta de cualquier información que pueda relacionarlos con el conflicto mapuche".


http://www.nuestrocanto.net/portal/modules.php?name=News&file=article&sid=6058

MENSAJES: ¿POR QUÉ HABRÍA QUE HOMENAJEAR A ELENA VARELA EN EL DÍA DE LAS ARTES VISUALES?


Por Justo Pastor Mellado


En estos días, las autoridades de artes visuales del Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes proponen un mecanismo de votación para elegir, de una lista de cinco, al artista que debe ser homenajeado en el Día de las Artes Visuales.
Sin quitar mérito a los cinco artistas propuestos, cabe la duda de si, en las circunstancias actuales corresponde homenajear a un operador visual o a un operador de gestión institucional, mientras no se aclare la situación de la documentalista Elena Varela, en prisión preventiva desde el 7 de mayo en la cárcel de Rancagua, acusada de ser financista y autora intelectual de dos asaltos.
Muchos colegas de Elena Varela han percibido con hastío el comportamiento de la prensa escrita y de los noticieros de televisión, en los que Elena Varela ya ha sido condenada, sin que medie juicio o sentencia alguna. Respecto de este caso, así como lo ya lo ha hecho recalcar Pablo Azocar, no es forzado el paralelo con la novela del Premio Nobel alemán Heinrich Böll, El honor perdido de Katharina Blum.
¿De qué se trata aquí? De restituir el honor perdido de Elena Varela. Para eso, es preciso que quienes vayan a votar por el artista o gestor homenajeado de este año, en el Día de las Artes Visuales, voten por Elena Varela, siendo esta puesta en visibilidad de su nombre y de su caso, un gesto de reclamo, de exigencia de justicia, recurriendo a dos argumentos:
1.- Colaborar en la administración de justicia. Esto significa, manifestar una preocupación determinada frente a signos que indican la ausencia de un juicio justo.
2.- Restituir la dignidad a los productores de imagen. Esto parece una cuestión leguleya: distinguir, por ejemplo, entre material de cámara y material editado. La cuestión de la autoría se resuelve en la puesta en la producción de circulación. Los materiales de cámara pertenecen al privado de la documentalista. Los materiales de cámara de un film de ficción, ¿a quién pertenecen? Probablemente, a los financistas, a los promotores de la industria del cine, a los productores? De todos modos, la ficción apunta a disponer de productos sobre temas que son declarados “opinables”. Mientras que el documentalismo porta consigo las condiciones de su condena, como registro de situaciones que son declaradas, o pueden ser declaradas, objetos audiovisuales por cuyas imágenes es posible imputar no solo a su operador de registro, sino simplemente, a su portador.
Esta situación plantea el problema de la fragilidad de las imágenes, que no son reconocidas como insumos para la industria de la noticia y de la delación compensada que la acompaña. La fragilidad de las imágenes tiene que ver con la posición vulnerable de quienes son objeto de un registro que pone en escena la representación que las minorías, al interior del universo ya tramado de las clases subalternas, se hacen de sí mismas.
Las imágenes secuestradas por la policía corresponden a compactos sintomáticos de una desesperación social que se hace visible mediante la corporalización de la palabra. La Agencia Nacional de Inteligencia -como organismo cultural- busca reducir las responsabilidades de la ruinificación de la imagen-de-si de un pueblo.
¿En que consiste el crimen de Elena Varela? En acoger la palabra y la imagen de los que no tienen acceso ni a la palabra ni a la imagen; más bien, su única condición accesible es ser producidos como abceso en las construcciones ya fetichizadas de completud sin fractura de la imagen-país. Es decir, lo que ha hecho Elena Varela ha sido construir el estatuto de un testimonio elaborado como relación social. No se puede emplear un medio tecnológico como el cine y/o el video documental sin saber cuál es el riesgo antropológico que se corre, conociendo la historia de las reglas del género, el trabajo del tiempo en las palabras encarnadas.
Hay que pensar en que esas imágenes requisadas son las que reproducen retratos y hablas de una gente cuyo discurso no debe ser conocido; es decir, una gente que podría ser susceptible de ser re-calificada en sus condiciones ciudadanas, como descarte. Más que nada, son puestos en esta situación para ser, precisamente, imputados mediante fisuras legales, para las que se requiere de un tiempo de incriminación consecuente.
Elena Varela es una víctima relevante de la criminalización de las movilizaciones del pueblo mapuche. Elegirla como artista homenajeada en el Día de las Artes Visuales significa interpelar a la autoridad política, acerca del alcance de sus responsabilidades en la sustracción de derechos, no ya de imagen, sino de ciudadanía.


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