Comentario de Noticia Una Tragedia y el Respeto

Ya se ha hablado mucho sobre la tragedia de Pablo Rojo y su familia.
Dos de su hijos fueron atacados en su hogar, en la comuna de Puente Alto, donde uno de ellos falleció y el otro se debate entre la vida y la muerte.
A Pablo Rojo lo ubicamos. Él participó del grupo Aconcagua, que hacía música de Los Jaivas. Ellos eran de nuestra comuna, amigos . Nuestros son amigos de él y su familia y su tragedia, su pena y desconsuelo nos afecta también y a raíz de ello nos nacen varias preguntas ¿ cómo es que pasa esto? ¿ qué pasa con nuestra sociedad, donde se ataca a niños hasta matarlos, en sus propias casas? ¿ cómo es que nadie escuchó o nadie vió nada?.
Los que vivimos en poblaciones o villas similares a ese lugar sabemos que cualquier ruido de los hogares vecinos se escucha en nuestros hogares.
Al parecer este sistema nos ganó la partida de la solidaridad, ganó el individualismo, el que cada uno se rasca con sus propias uñas.
Ya los hijos de los otros no son considerados como nuestros hijos y sólo aparece el
“eran tan buenos esos niños, tranquilos”, cuando ya todo sucedió.
Otra de las preguntas que surgen es el uso y abuso que hacen los medios de comunicación con la tragedia de una familia ¿hasta cuando suben su rating o venden más diarios con el llanto de una madre, la pena del padre? ¿es tanta la sed de vender y de dinero que el morbo es el principal eje de la noticia?
No hay respeto por el sufrir de aquellos a los cuales les ha afectado una tragedia de esta magnitud.
Para una nota en el noticiero de televisión, entre más lloré la madre es mejor y lo que es peor con preguntas tan tontas como “¿qué siente en estos momentos? ¿Cómo es que un periodista que estuvo mínimo 5 años en la universidad hace ese tipo de preguntas?
Acaso el concepto de respeto, ¿no está es sus pautas? Respeto a la pena y a la intimidad de la familia.
Lo que también nos preocupa es que nosotros mismos vemos esos noticieros.
Somos consumidores de ese tipo de información.
Esperamos que haya justicia y que la familia de Pablo Rojo siga adelante, que su hijo se recupere y tenga la tranquilidad que se merece, que se cumpla la ley ,que no siempre significa justicia.

Atte.

Sebastián Feliú García