jueves, 12 de marzo de 2009

Tragedia de Peñalolén: víctimas buscan respuestas y culpables


“Hasta el día de hoy no sabemos qué pasó, por qué se cayó y quién fue el responsable”, resumen familiares de las pobladoras fallecidas. La pesadilla no termina. Municipio e intendencia mantienen apoyo sicológico y tratamiento médico para heridas que difícilmente cerrarán.

Mientras millones de chilenos disfrutan de sus últimos días de vacaciones, en Peñalolén un grupo de familias se preparan para conmemorar el primer aniversario de una tragedia que les destrozó la vida. La pesadilla comenzó el 27 de febrero de 2008 con la caída de una avioneta que acabó para siempre con la existencia de 13 personas. El drama aún no termina.

Más allá de que el 23 de enero pasado el abogado Alfredo Morgado anunciara una demanda por $8.700 millones contra el Estado chileno, lo que buscan los familiares y algunos sobrevivientes es saber qué ocurrió y cómo fue que la avioneta llegó a dar a la multicancha de la villa El Mirador.

"Hasta el día de hoy no sabemos qué pasó. No hubo culpables, tampoco una respuesta que nos aclarara por qué se cayó y quién fue el responsable", resume Marcelo Pérez, hijo de Sandra Garretón (58), una de las cuatro mujeres que logró sobrevivir tras el accidente aéreo, pero que producto de las graves quemaduras que sufrió en el 80% de su cuerpo, falleció un mes después a raíz de un shock séptico.

Un día para no olvidar

Al recordar la mañana del 27 de febrero, Pérez relató que estaba en su oficina cuando una amiga de su madre lo llamó -desde el mismo sitio de la tragedia- para contarle lo sucedido. Tomó su camioneta y partió al lugar.

"Luego me telefonean y me dicen que mi mamá estaba en el Hospital Tisné, pero llegué ahí, no la encontré y me comentaron que lo más probable es que la hubieran derivado a la Posta Central", sostiene Pérez, algo que da cuenta de la confusión que reinaba producto de la magnitud de la tragedia que afectó a mujeres que ese día sólo querían hacer actividad física al aire libre.

El hijo de Sandra Garretón expresó que recién en el hospital pudo ver televisión y constatar el daño provocado por la caída de la máquina de Carabineros, que era pilotada por dos oficiales y donde además viajaban cuatro jóvenes en instrucción.

"Hasta ese momento yo pensaba que ella tenía quemado un brazo que estaba bien. Tal vez un poco shockeada y por eso no podía hablar y no me llamaba". Pérez hace una pausa, toma aire y recuerda el momento exacto en que encontró a su madre.

"Estaba en la Posta. Ahí hablé con ella, porque permanecía consciente pero muy mal. Se sentía pésimo, cerraba los ojos y pensaba que era una pesadilla. Lo único que no se quemó fue la cabeza y parte del tórax", narra. Él fue la última persona en conversar con su mamá. Después la intubaron y no volvió a mencionar palabra hasta que falleció.

"Yo sé que fue un accidente -comenta-, y entiendo que un carabinero jamás cometería una irresponsabilidad como la de tirar un avión encima de mujeres por sobre otra cosa. Pero creo que hay responsables y existen organismos que tienen que determinar cuáles son".

Gobierno: “Es un derecho de los familiares querellarse”

“Como Gobierno tenemos el desafío de proteger a la comunidad y hemos trabajado ordenadamente instituciones públicas y también clubes aéreos privados, y hemos encontrado durante un año una muy buen disposición y una voluntad de trabajar en esto, que se traduce en darle seguridad a la gente. Ahora bien, los sobrevivientes y los familiares de las víctimas están en todo su derecho a iniciar estas acciones legales por lo sucedido. Por ningún motivo vamos a detener el apoyo social o los compromisos de la comisión constituida tras el accidente, porque estas acciones se estén llevando a cabo. Son dos cosas distintas”. Igor Garafulic, intendente de Santiago.

Municipio: “Mantendremos apoyo sicosocial”

“Nunca se está cien por ciento preparado para un desastre de esta naturaleza, y desde la catástrofe misma tuvimos que coordinar un conjunto de intervenciones para aminorar el impacto de las víctimas, generar un programa de gestión de crisis y corregir temas de flujo de vuelos para dar tranquilidad a la comunidad. Hemos sido y seguiremos siendo activos en la ayuda social y sicológica a sobrevivientes y a familiares. Tras un año de terapias, estamos solicitando la extensión de tratamiento a seis personas. En materia de salud, que se ve en coordinación con la Intendencia, hay al menos siete personas con situación más complicada, particularmente tres de ellas, con tratamientos de más de un año, que incluso podrían extenderse por tres a cuatro años más. Son temas complejos, quemaduras de alto nivel, injertos de piel, etc. A ello se agrega la imposibilidad de volver a trabajar”. Rogelio Zúñiga, alcalde (S) de Peñalolén.

Vuelos bajaron en un 40,42%

Según los últimos datos sobre actividad en los últimos dos años en el Aeródromo Tobalaba, la Dirección General de Aeronáutica (DGAC) precisó que los vuelos se redujeron de 73.340 el año 2007 a 43.699 en el 2008, es decir, en 40,42%, “más de lo que se fijo como objetivo la comisión presidida por el intendente de la época (Erazo), ya que ellos tenían como objetivo disminuir en un 30%”.


Fuente de texto e imágenes: La Nación.


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